Después de tomar la decisión definitiva de que queremos
mantenernos en forma, cuidar nuestro cuerpo y disfrutar de los beneficios que
todo ellos produce en nuestra salud, el siguiente paso es elegir nuestro
material para hacer deporte.
Empezamos con la camiseta y los pantalones que nos vamos a
poner y podemos estar hasta 5 min delante del ropero eligiendo la camiseta que
más nos gusta y los pantalones que mejor nos quedan.
Pero a la hora de elegir el calzado no nos paramos ni un
minuto a pensar qué calzado será mejor para hacer deporte y siempre solemos
coger los más nuevos o lo que uso a diario para salir por la calle, sin pensar que los zapatos son tan
importantes como las ruedas de un coche. Si están bien el coche funciona a la
perfección, pero si los neumáticos están mal o demasiado desgastados tenemos
mayor probabilidad de pinchar y por último chocarnos. En el cuerpo los
pinchazos son las contracturas, los tirones, una microrotura y podemos llegar a
chocarnos con esguinces de tobillo o rodilla, roturas musculares, lumbalgia e incluso problemas en la columna vertebral
porque el calzado no absorbe bien los impactos.
Por ello os aconsejo que le deis la importancia que tiene al
calzado a la hora de empezar a hacer ejercicio físico.
A continuación os muestro las partes de una zapatilla y los
aspectos que hay que mirar antes de comprarnos unos bueno botines.
Material de corte. Diferenciado en este calzado por su color
naranja. Tiene que ajustarse a las dimensiones de vuestro pie, ser flexible y
sobretodo muy transpirable.
El
contrafuerte. Es una lámina rígida situada en el talón, que aporta
estabilidad a la zona posterior del pie. Un contrafuerte externo más firme, de
goma dura o de plástico, sirve como refuerzo para el pie contrafuerte del
tacón. Una extensión interna del contrafuerte puede sumar una mayor
estabilidad, útil para aquellos deportistas que tengan pies flexibles.
La
mediasuela. Es el material resistente situado entre la parte superior del calzado
y la suela
propiamente dicha. Todos los fabricantes de
calzado deportivo tienen como prioridad encontrar un material óptimo para la
mediasuela, que absorba los impactos y proporcione estabilidad. En la zapatilla de la imagen está compuesta
desde el color azul, la transparente que es una amortiguación de gel y el color
blanco que es la mediasuela principal.
La suela. Es la parte del
calzado que contacta directamente con el terreno. Debe reunir cuatro
características: adherencia, amortiguación,
estabilidad y durabilidad. También debe tener un efecto aislante del frío y
repelente del agua. Los materiales utilizados son generalmente goma y
materiales plásticos. La calidad de cada material depende de sus propiedades
físicas, presentes en todos ellos aunque en diferente proporción. Estas
propiedades son: elasticidad, dureza, rebote, compresión, resistencia a la
abrasión y densidad.
En conclusión utilizad
unas zapatillas que sean flexibles y transpirables por arriba, con una
amortiguación que absorba bien los impactos con el suelo y que la zapatilla en
general no sea rígida. Por si no os ha quedado claro os pongo una imagen de lo
que he visto en muchas personas que practican deporte y no son consciente de
que en su caso hacer deporte le está perjudicando más de lo que le beneficia.
Este tipo de zapatillas
son las que se ven más en las personas sobre todo jóvenes que salen a correr o
andar con sus amistades. Todo lo comentado anteriormente brilla por su ausencia
en este tipo de calzado. Material de corte muy rígido, no transpira, no se
ajusta correctamente a nuestro pie y carece completamente de la parte más
importante que es la media suela con la que se absorbe todos los impactos.
Cada zapato tiene su
función, utilizarlo para algo que no fue creado es hacerse daño uno mismo.
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